Si tuviera alas para volar, si Quito no quedara tan lejos, si el amor es real y el amor vuela, si hay un Montevideo que quiere cruzar el mar, si hay vida comunicándose en palabras y en imágenes, entonces nuestra felicidad va más allá de las fechas y más allá de la edad, es una felicidad que pide letras, una felicidad que se hace real en cada mirada, una felicidad que se hace amor en cada mail y en cada comentario.
Conalas, no sé si recuerdas hace ya tiempo un post mío que comentaste en el que yo hablaba de un evangelio de liberación, de un evangelio no represor sino que dictara la libertad más absoluta para hacer en cada caso lo que se desee, y recuerdo en tu comentario que decías que ese evangelio sí lo compartías, y creo que luego supe por ti que estabas pasando por una situación en que tales palabras te resultaban alentadoras, y es esa situación me identifiqué contigo, pues a menudo la gente juzga a la ligera desde fuera lo que no se atreve a vivir como protagonista, y aún me identifico contigo, aún estoy contigo.
Hoy hay también otro cumpleaños, hay otra persona que siente cariño por mí a la que quiero hacer llegar estas letras, una persona a la que tengo cerca y que ella me tiene cerca a mí también, una persona que me pide secreto en su cumpleaños.
Felicidades a las dos.
© del texto: Santiago Tena, 2007
